martes, 19 de marzo de 2013

Recluida en mi paraíso de lunares.

El tiempo es una mierda, las lluvias y las horas. Momentos privados como perros relamiéndonos me sobran a ratos. Jugamos partidas de póker a picas jodiendo corazones, y yo no se jugar. Piensa mucho, pero muy poco en mi. Ponte mucho, pero muy poco de mi. Las cosas están así, en las calles con los graffittis del barrio, en mi casa en mis noches de necesidad y ausencia. Así es como te pinto todos los días del año. Así es como el juego empieza por perderte y esconderme. Así es como me las apaño en este mundo con el cuello retozando mierda. Me he guardado diamante de sangre debajo de la piel. Princesas recluidas en sus paraísos de lunares, ni Romeo ni Julieta. Capuleto o Montesco, o el alma dividida. Al final da igual acaban todos muertos. Lágrimas y sonrisas, el dolor para quien de veras lo precisa. La vida un cigarro, una copa, tal vez un beso, tal vez un polvo, un hasta luego. 

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