martes, 12 de abril de 2011

se me lleva el viento.


A cada suspiro que me lleva el viento, siento como pasa el tiempo, ráfagas de agua helada, caras sombras y versos, quedan prendidos en el humo de este cigarro. Y la noche se come todos los gemidos del corazón, la oscuridad se traga los malos tragos en botellas de alcohol. Al fondo de un vaso, ahí se han quedado los sueños de tantos otros. A lo largo de la luz de una farola recorriendo una calle se encuentran los pecados más ocultos. Lo más prohibido y lo más tentador. Los vicios, las virtudes, los malos sabores, y las adicciones.