sábado, 10 de diciembre de 2011

Días para pequeños soñadores.

Esa cálida sensación que te recorre el cuerpo cuando sabes que algo esta bien, que podría quitarte la temperatura de bajo cero del cuerpo, tumbarte, de un plumazo. Son las ganas que tienes de vivir, de sonreír y de acostarte por las noches a las cinco de la mañana, cuando aún las calles guardan silencio y solo desde el monte sabes apreciar el universo.
Y es que todavía se nos permite soñar.

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