domingo, 7 de noviembre de 2010

A veces me asusto, me doy miedo a mi, me pregunto si se acaba, me pregunto si no merece ya más la pena, me asusto, y me pongo a temblar, me pongo enferma en segundos cuando me da por pensar que pierdo. Y.. entonces, llega, el llanto digo. Me pongo a llorar, no sé si por la impotencia que siento al ver que no sería nadie o por lo imbécil y lo cria que soy al pensarlo.

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